Brasil vuelve a mostrar que es un gran país con contradicciones morales: una encuesta del gobierno brasileño que revelaba que una mayoría de entrevistados justificaba una violación por la ropa que pueda llevar la mujer, ha puesto la maquinaria de las redes sociales a moverse.

Nana Queiroz, la periodista que creó el evento-protesta de Facebook “Nao mereço ser estuprada” (#NaoMerecoSerEstuprada), ha sido secundada por miles de hombres y mujeres que no se identifican con los valores que la encuesta retrata.

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En un país que hace del culto al cuerpo una cierta bandera, que cualquier gestión de nuestra imagen nos sitúe como víctimas merecidas es un relato moral explosivo. Estas brechas democráticas deberían marcar la agenda social y los campos de trabajo en la educación en valores. Pero también señalan un campo donde estos valores se justifican: el de la televisión, las series, los magazines, la teleporquería y en general los contenidos que se olvidan de su papel de modelo ciudadano.

Si alguien duda que los medios masivos deban respetar esa responsabilidad: ¿no se justifica con un 60% de brasileños que opinan que “si la mujer se supiera comportar, habría menos violaciones”?

Por su parte, según la revista Nature de marzo de 2014, el ente Research Councils del Reino Unido investigará por qué las mujeres reciben un 4% menos de becas que los hombres, y si hay un sesgo inconsciente en este hecho.Cada territorio tiene sus tareas por hacer para llegar a la igualdad real.