Series narco y la imagen del país y del Estado, una investigación

En el panorama de la mundialización, las telenovelas y series se convierten en una fuente de negocios y un medio socializador. América Latina se ha transformado en un productor por excelencia, se ha concentrado el círculo productor-consumidor en la mayoría de las naciones de habla hispana. La ingerencia de la violencia en las tramas de telenovelas y series se vislumbra en diversos países. Por ejemplo, propuestas como la exitosa Narcos, La Reina del Sur, El Cártel de los Sapos, El señor de los Cielos, Camelia la Texana, entre otras, construyen el imaginario y permiten dar sentido a la realidad que se vive en el país

La investigadora invitada a Comress-Incom UAB J. Giselle Melchor viene de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, en la que estudia la Maestría en Comunicación, y es profesora de bachillerato en la Universidad Nacional Autónoma de México. El tema de investigación que aborda durante la estancia en Comress es La construcción dramática y cultural del personaje del narcotraficante en series y telenovelas. Este estudio pretende, a partir del análisis de diálogos, relaciones entre personajes, relación con el Estado y contextos, vislumbrar el sentido en la construcción de la narrativa y del personaje del narcotraficante.

El objeto de la estancia es el acopio de información referente, principalmente, a las series, ya que en México es un área poco explorada tanto en la realización como en el análisis, así como la construcción metodológica de la propuesta de investigación. En América Latina existen diversos estudios referentes a la telenovela, una propuesta que también se analizará, pero se avanzará en la inclusión de las series en el análisis.

En las series, la cotidianidad dialoga con el entorno dramático y así se logran propuestas que aluden a la realidad de países latinoamericanos; un claro ejemplo es la incursión del narcotráfico entre las temáticas predominantes de telenovelas y series. Narcotráfico y política son temas indivisibles en muchas de ellas, ya que, si bien los productores televisivos lo entregan como una ficción, queda claro que retoman nombres y situaciones de la política y crimen organizado reales, lo cual permite una desmitificación de la gravedad del conflicto e incluso se coloca la imagen del narcotraficante como un héroe que debe salir vencedor y burlar la ley. El espectador encuentra un elemento de arraigo con el narcotraficante o burlador de la ley, por ello es importante resaltar que los preceptos e incluso las identidades se modifican o adecuan a diversos contextos.

El trasfondo general que otorga la televisión debe de contemplar la diversificación de audiencias y presentar propuestas que dejen de lado la narrativa de “final feliz”, una propuesta que Melchor ve desgastada y caduca. La televisión debe aportar elementos atractivos por su relación con lo cultural y social.