La publicación mensual del IARSE (Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresarial) ha divulgado una edición especial sobre el estado de la RSC en el sector de las empresas de comunicación y tecnologías. Uno de los elementos aglutinadores está materializado en la difícil situación que viven las empresas de comunicación en materia de RSC. A la falta de diálogo, el poco desarrollo de acciones de RSE en este sector, la utilización de la RSC como acción cosmética, se le debe sumar los escándalos en que estas empresas han estado involucradas en los últimos años. El caso de Murdoch sería el paradigmático pero también aparece en nuestro entorno el malestar por la falta de periodistas o comunicólogos en los órganos de gestión de los medios públicos.
El grupo de investigación Comress-Incom UAB ha participado con un artículo en el que principalmente se da cuenta de la necesidad de una comunicación responsable y transparente, la manera como se viene gestionando el uso de guías y estándares RSC, pero sobre todo pretende dar unas pautas básicas para la gestión estratégica de la RSC en empresas de comunicación.
Uno de los factores más interesantes de la publicación, es que se descubre un creciente interés por analizar e investigar la RSC por sectores empresariales, y más concretamente en el sector de las empresas de comunicación, el cual, lamentablemente ha pasado de jugar un papel como conciencia vigilante de la sociedad a estar constantemente en la palestra pública y la mirada atenta de todos los stakeholders.
La visibilidad informativa en la que nos movemos y la potencia de la difusión en red provocan estallidos de malestar momentáneo, como el que ha saltado ante el perfil partidista en la composición del nuevo Consell de l’Audiovisual de Catalunya. Si los brotes de quejas se sostienen en el tiempo y las empresas no entran en procesos de diálogo, las crisis pueden llegar ante campañas que organicen los stakeholders afectados.