Aline Martins
Fin de un drama de la vida real española: el Tribunal Constitucional avaló la legalidad del matrimonio gay. Hace pocos días también, estas uniones fueron legalizadas en los estados de Maryland, Maine y Washington de Estados Unidos y en el distrito de Columbia. La votación y aprobación del matrimonio gay ha cambiado para siempre la narrativa del colectivo en ese país.
No hace mucho que las familias homoparentales llegaron a los media. No sería incorrecto afirmar que hace diez años la familia formada por dos hombres o dos mujeres empezó a ocupar, discretamente, la pantalla, con representaciones superficiales de los personajes. Hoy no hace falta ser un crítico de ficción o activista para notar que actualmente hay protagonismo e hilos narrativos consistentes que superan los límites de la sexualidad, ya que rompen el tabú recurrente. En ese sentido, parece ya consolidada la idea de una nueva práctica familiar apoyada en el modelo heteronormativo basado en la heterosexualidad, aunque la imagen suele estar representada en un contexto homosexual. La polémica serie estadunidense The New Normal parece un buen ejemplo de una perspectiva de integración de la institución familiar: polémica porque los dos protagonistas son una pareja que contrata a una mujer para procrear a su hijo y porque en el país que permite esta práctica parental, la representación televisiva que imita a la vida es tratada con resistencia por la audiencia.
La comedia fue censurada en una cadena del estado norteamericano de Utah, que consideró la sitcom inadecuada para el horario familiar. Es cuestionable cómo una práctica común en una sociedad aún puede generar polémica en su televisión. Especialmente cuando la sociedad estadounidense avanza en lo que un día fue considerado inimaginable: la aprobación de las uniones entre personas del mismo sexo.
Si bien está establecido en parte del mundo que la adopción es una forma aceptable de integración de parejas homosexuales a la institución familiar, no se puede decir lo mismo de la reproducción subrogada. Prohibida en España y en gran parte de Europa, se presenta como lo más conflictivo cuando se habla de reproducción asistida. La televisión intenta romper con el silencio y busca nuevas estrategias de discurrir sobre el tema vinculado a la experiencia homosexual.
En el caso de series orientadas a un público mixto, destacamos Modern Family como un modelo que reanuda el debate sobre la figura del homosexual afeminado que, en un modelo homoparental, podría ser considerado “la madre” de la hija vietnamita adoptada por la pareja de gays. El juego de roles, la autoafirmación de la homosexualidad y los conflictos que la orientación sexual desencadena forman parte de una representación insertada en un contexto heterosexual que potencializa los nuevos modelos familiares de la contemporaneidad.
Aunque esta los apunta, de momento ninguna serie profundizó los dilemas o la educación por padres y madres homosexuales ni tampoco priorizó debatir la contribución de la homosexualidad en la personalidad de los hijos. De momento. Porque el tema empieza a abrirse camino de manera sugerente pero escurridiza.