Ya es un paradigma en el mundo empresarial que la reputación de las empresas se ha convertido en uno de los valores intangibles de mayor importancia para las organizaciones. En momentos en los que la crisis económica se ha unido a una crisis de valores en las grandes compañías, la reputación es uno de los elementos que más se resienten, y las empresas de comunicación también se han visto implicadas en escándalos. Algunos han dado como resultado no solo una pérdida de las reservas de reputación, sino también un descenso en su audiencia y por ende de sus ingresos.
En el caso español, la última crisis de reputación importante la vivió el programa de la cadena Telecinco La Noria, en la cual la presión ejercida por los stakeholders y la mala gestión de la crisis que los encargados del programa llevaron a cabo, evidenciaron la necesidad que las empresas de comunicación acudan al diálogo transparente con los grupos de interés, sobre todo en el contexto de las redes sociales, con el fin de salvaguardar su imagen, su reputación, y en definitiva actuar acorde a los preceptos de la Responsabilidad Social Corporativa. La Noria tuvo que convertirse en El Gran Debate, el debate que no tuvieron antes con sus grupos de interés.
El análisis completo del caso de La Noria, apoyada en las teorías de los stakeholders, la reputación corporativa, y de la Responsabilidad Social Corporativa, se puede encontrar en el último número de la revista Icono14, en donde la doctora Carme Ferré Pavia y el magíster Jaime Alberto Orozco Toro han publicado un artículo denominado “La fuerza de los stakeholders en el caso de La Noria. Ciudadanía crítica y uso de redes sociales en un análisis de la reputación corporativa”.
En medio de una sociedad mediatizada, los escándalos de las empresas de comunicación han supuesto un cambio radical en las percepciones de los stakeholders, debido a que, en especial en los medios de comunicación, se ha pasado de ocupar un sitio privilegiado como conciencia vigilante de la sociedad a convertirse en el principal objetivo de críticas por parte de estos grupos de interés, que han llevado a la palestra pública casos igual de renombrados.
Las técnicas ilegales para obtener información confidencial y controvertida practicadas por la redacción del periódico News of the World, propiedad de Rupert Murdoch, o la publicación de resultados de investigaciones falsas, por parte del psicólogo social Diederik Stapel el año 2011, en Science, la importante revista científica, son solo dos casos recientes que han supuesto graves problemas para las empresas de comunicación implicadas.