Carme Ferré
¿Tienen los héroes derecho a defender al mundo dañando a víctimas inocentes? Esa es la discusión que se produce entre Capitán América y Ironman en la última edición fílmica de la saga Marvel, Captain América: Civil War. Efectos colaterales, respeto a la comunidad, equilibrio entre poder y rendición de cuentas. Se trata de un debate contemporáneo que sorprende en una película de efectos especiales y superhéroes.
No es nuevo el enfrentamiento entre los héroes y el poder, pero la novedad es esa referencia tan clara a la rendición de cuentas. La factoría Marvel no sido ajena a la entrada en el accountability que ha hecho, y hasta lo destaca en sus portales web. Pero ese dilema exteriorizado entre los superpoderosos, que genera su enfrentamiento, se resuelve a favor de luchar unidos contra el terror.
La rendición de cuentas les había atado pero con engaños, así que todo el mundo contento. La película, con su debate contemporáneo que no deja de hacer pensar en las actuaciones de los ejérictos extranjeros en guerras donde matan civiles en su supuesta defensa, y el espectador que ve al elenco Marvel unido de nuevo.