Jaime A. Orozco y Carme Ferré
Los últimos acontecimientos acaecidos por la emisión de la película estadounidense que ridiculiza la imagen del profeta Mahoma y, en la misma línea, las posteriores caricaturas de un diario francés, han renovado una controversia, en especial en el mundo occidental, sobre la libertad de prensa de los medios de comunicación. Los resultados de estos hechos apenas comienzan, pues a la muerte de embajador norteamericano en Libia, Christopher Stevens, se deben sumar los ataques a embajadas en otros países árabes, y la posterior decisión del gobierno francés de redoblar la seguridad en sus sedes diplomáticas.
Desde la óptica de la responsabilidad social, la posición parece bastante clara: los medios de comunicación no solo tienen una función como fuentes de información y educación, también deberían informar sin provocar posibles reacciones negativas en ningún colectivo, y máxime cuando lo que se hace es ridiculizar la imagen de un personaje tan importante para el mundo musulmán como es Mahoma.

El dia 20 de mayo es el Everybody Draw Muhammad Day, instaurado en 2010 como protesta a los radicales que amenazan de muerte por dibujar al profeta (http://thelinknewspaper.ca/article/57)
Con los antecedentes anteriores con las caricaturas de Mahoma, se puede inducir que la intención manifiesta de estas imágenes es provocar una reacción. Para nada es justificable ningún tipo de violencia en contra de los medios o los autores de las imágenes, eso queda fuera de toda discusión, pero otra cosa es que no seamos conscientes de que los medios, como agentes involucrados en los conflictos, se alejan de su misión social de diálogo.
La responsabilidad social debe hacer una llamada a periodistas y encargados de los medios para que entiendan que esta implica cumplir con unas normas éticas, tener estrategias de equidad de género, salarios justos para todos sus empleados, pero también es una forma de pensar y actuar en consecuencia, con lo cual, el respeto a las creencias y convicciones de otros colectivos, en un mundo poroso e interconectado, tendrá que ser parte fundamental de su devenir diario.