Dos grandes nombres de la televisión brasileña –Fernanda Montenegro y Nathalia Timberg. Dos mujeres mayores. Un beso de amor en el primer capítulo. Estos elementos fueron suficientes para desencadenar una nueva ola de polémica en Brasil –especialmente entre los hombres–, comprobando que el mítico beso gay en la ficción está lejos de dejar de ser mítico.
Sin embargo, el debate es más profundo, lo único es que no se sabe es si es porque se trata de un beso gay –este sería el tercero “oficial” entre mujeres en la ficción de Brasil– o de un beso gay en la tercera edad.
El estreno de la telenovela Babilônia, el 16 de marzo, en la Rede Globo, presentó la escena de exactamente 15 segundos. Tiempo suficiente para hacer proliferar las manifestaciones de odio para el beso tímido entre las dos actrices, las dos con 85 años.
En las redes sociales las palabras “asco” o “fin del mundo” fueron algunas de las referencias a la escena, un día después de su exhibición. El Frente Parlamentario Evangélico emitió una declaración condenando la escena, acusando la telenovela de proponer una “moda” en contra de las costumbres tradicionales.
El miedo al boicoteo a la telenovela existe pero no se potencia. Lo que sí merece ser potenciada es la posible razón a que está vinculada a la homofobia, en este caso: el placer en la tercera edad. Una polémica más con que la sociedad brasileña tiene que lidiar.
Desgraciadamente, Brasil vive hoy el crecimiento de una derecha ultraconservadora que no sólo no está interesada en asegurar los derechos humanos en el pais como está poniendo en juego la conquista y el desarrollo de la democracia, porque, naturalmente, no coinciden con los intereses de la llamada “elite blanca”.
La derecha está aprovechando la desaceleración económica en Brasil para poner a la clase media en contra el gobierno por una estrategia de deslegitimar la democracia y violar el Estado de derecho.
En un pais cuya democracia viene se desarrollando hace 30 años y, aunque Brasil sea en el papel un Estado laico, la religión interfiere en las leyes y en las creencias de la gente, la cuestión de la violencia ante el beso de las señoras es una muestra de las muchas luchas por las cuales Brasil debe enfrentar.